domingo, 29 de septiembre de 2024

ESCRIBO Y GESTIONO MIS EMOCIONES

A manera de presentación

 

Las siguientes cartas escritas por varios de mis alumnos de 12 años y yo, fueron escritas en las fechas que se indican y publicadas en este blog el día 30 de septiembre de 2024. El propósito de esta publicación es animar a otros a que se animen a escribir sobre aquello que más les duele. A veces lo que más duele, son las pérdidas que tenemos: un familiar, una mascota, la salud, dinero, un amigo.
Escribir es, además de terapia, la oportunidad de reparar en silencio las heridas. Es dialogar amablemente con aquello que ya se fue y debemos despedir de forma grata. Agradecer porque estuvieron, despedirlos con amor ahora que ya partieron. La vida es un viaje. En ese viaje vamos cargando maletas. Entre menos carguemos, mejor. Cargar maletas de resentimientos, rencores, odios, deseos de venganza, maldiciones: nos impide avanzar. 
Finalmente, cuando morimos, nada nos llevamos. Todo aquí se queda. Demos, mientras vivamos, lo mejor de nosotros mismos. Que cuando tengamos que partir, y nos encontremos en nuestro último aliento de vida, podamos decir: Misión cumplida.
O como dijo el poeta: "Amé, fui amado, el sol acarició mi faz./ ¡Vida, nada me debes, vida, estamos en paz!"



Toluca, México a 10 de febrero 2024 

Beto, querido Beto:

Como dijo el poeta: “Temprano levantó la muerte el vuelo/temprano madrugó la madrugada…”. Temprano también nos dieron la noticia de tu temprana ausencia. ¿Qué le digo a mi yo niño cuando pregunte por ti? ¿En qué rincón del alma podré guardar tantos hermosos recuerdos que me dejaste?

Admiré siempre tu nobleza y bondad. Reconocí siempre tu habilidad musical. Aplaudí el detalle que tuviste de acompañar a tu abuelita Chepinita a la misa y tocar. Ella, y todos, te vamos a extrañar. Porque fuiste un niño y joven bueno. Y los hombres y mujeres buenos nunca mueren. No mueren porque viven en nosotros.

Yo te voy a recordar con la flor de tu sonrisa. Tan llena de luz, de amor, de bondad, de nobleza, de todo. Yo te voy a guardar en mi corazón que hoy está roto. Y sin duda, se rompió para que en él quepan más corazones. Yo te voy a llevar como bandera y les hablaré de ti a mis alumnos. Y entrarás conmigo a las aulas de la secundaria y la universidad para que desde ahí ejerzas tu carrera que tanto soñaste alcanzar y el destino truncó.

me acompañarás en este viaje de la vida. Y no iremos sólo nosotros dos, nos acompañan muchos otros seres de luz que ya se adelantaron en el camino, pero al igual que tú, tenían muchas ganas de vivir. Y haremos equipo para apoyarnos unos a otros y dejar este mundo mejor de cómo lo encontramos.

Cantarás canciones y escribirás poemas. Contaremos cuentos y escribirás tu Diario para registrar en él tu día a día. El mundo está necesitado de personas nobles y buenas como tú. Por eso no puedes morir. Serás el co- director de teatro de la próxima pastorela de la Casa de la Misión. Serás mi consejero en momentos difíciles y juntos, tomaremos la mejor decisión.

Los seres de luz no mueren. En todo caso, se transforman en estrellas para darnos luz. Los hombres somos seres de luz y cuando respiramos, también respiramos luz. Somos, como dijo el poeta, polvo de estrellas viajando por el universo y, de pronto, aquí nos tocó coincidir. Aquí nos tocó aprender de ti. Gracias por ese regalo de luz que siempre fuiste.

Todos te vamos a extrañar cuando miremos tu silla vacía, tus libros en silencio, tu mochila en un rincón. Pero también entenderemos que ya no estás aquí, porque te has trasladado a nuestro corazón. Ahí habitas, ahí estás y nosotros te vamos a cuidar. Buen viaje en la nueva dimensión en que te encuentres. Trasciende, crece, sigue siendo ser de luz.

Si para nosotros, tu ausencia ha sido difícil, para tus papás y hermanitos, es más. Yo te animo a que hables con Dios y le pidas permiso para poderte despedir de ellos.

Diles, platícales, que las despedidas son dolorosas y que, además, no estaba en tus planes marcharte a tan corta edad. Que tú soñabas darles a ellos la alegría de verte realizado en un gran profesor que contribuye a la formación académica de tantos niños que te esperaban ya.

Nosotros, Beto, querido Beto, siempre te vamos a amar. Para nosotros sigues vivo y tu obra siempre la vamos a honrar.

Se despide de ti, tu tío Manuel, que hoy tiene su corazón roto para que en él quepan muchos, muchos hermosos corazones, como el bello y joven corazón tuyo que ahora vive en mí.

Lunes 12 de febrero 2024.

Ayer ya no me pude levantar. Lo vivido el día sábado me sacudió y mis fuerzas dejaron de estar en mí.

Hoy, con más ánimos, te comento que en el velorio vi a tus compañeros de la Escuela Normal que te formaba. Caminaban de prisa y, como dice el poeta, sus ojos locos, entre tantos rostros y miradas, esperaban encontrarte.

Te buscaban. No pude platicar con ellos y con ellas, pero habrá tiempo y te podré contar lo mucho que te quisieron y te amaban.

Hoy, en nombre tuyo, les digo: “A seguir, la vida sigue, compañeros, camaradas”.

Tu tío Manuel, que te quiere, que te extraña.

Pd: Mi corazón les abraza, familia.














Toluca México, Santiago Tlacotepec a 11 de septiembre del 2024

Carta de despedida


Hola papá:

Soy yo, tu niña y princesa. La niña de ocho años. Esa niña que quiere decirte muchas cosas. Y una, de tantas, es que me disculpes de todo lo que llegué a hacer mal. Perdóname, como yo lo hice contigo. 

Yo no te tengo ningún rencor o  enojo. Al contrario, tengo buenas cosas de ti que me hacen recordarte con mucho cariño.


Dicen que soy como tú, una persona increíble. Que hace reír a la gente, a pesar de haber tenido un día gris. Que no es rencorosa. Me dicen, quienes nos conocen, que cada vez me parezco más a ti. Esto me hace sentir bien, sobre todo, feliz. ¿Por qué? Porque así, sé que soy como mi papá. 


Gracias por todo, porque si no fuera por ti, no podría ser lo que me has enseñado ser.

Gracias por estar ahí, siempre. Nunca voy a olvidarme de esos lugares que tú y yo preferimos y que me hacen recordarte. Eres un papá que no se cansaba de decirme que me esforzara y que si caía me levantara y siguiera y no me rindiera.

Aunque cometiste errores, aun así, te quiero. Y lo seguiré haciendo.

En esta carta te dedico todo lo que fue esa niña, de tan sólo ocho años que no pudo despedirse de ti. Que no pudimos despedirnos. Recuerdo cuando me dijiste que si algún día te olvidaba, mirara a la luna, porque tú siempre estarías ahí, aunque las nubes la tapen, ahí estará tu papá. 

Y agregaste: Y si yo tiendo a olvidarte, miraré al sol para recordarme a mismo que eres la personita más               brillante y luminosa de la tierra.

Te extraño mucho papá. Ya no estás conmigo, pero siento que estás. Te has ido a una dimensión donde no te alcanzan mis manos, pero mi corazón. No te digo            adios, sino , hasta luego.

Espérame. Algún día nos volveremos a ver. Se despide de ti tu personita, tu niña,  tu princesa.  

Atentamente 

Tu hija 

Karla Stefhany Cuevas Ascencio

















Toluca, México a 11 de septiembre de 2024.



CARTA A MI PAPÁ

Papá: Quiero agradecerte por todo lo que has hecho por mí. Eres el mejor hombre. Fuiste y serás el mejor papá que Dios me dio. Gracias por estar en los momentos más difíciles para mí. Por nunca dejarme sola. Agradezco todo el esfuerzo que hiciste por mí. Por todo el amor que me diste día con día. Papá, eres mi héroe, mi ejemplo a seguir, mi razón para salir adelante. Te extraño papá.

Sé que ya no estás con nosotros, pero guardo en mi corazón cada lección, cada momento feliz y cada abrazo que compartíamos. Tu partida me enseñó que el amor trasciende la distancia y el tiempo. Hay algo que tengo muy claro en la vida y es que recordaré el amor incondicional que me brindaste hasta el último latido de tu corazón.

Te fuiste y la vida tuvo que seguir, pero cada logro y cada lágrima llevan tu nombre grabado en mi alma. Aunque ya no estás físicamente, tu amor sigue vivo en mi corazón. Cuánto te extraño tu abrazo papá. Cierro los ojos y me abrazo con fuerza.

Siento el amor y el calor de tu abrazo a mi alrededor. Siempre has sido mi mayor fan y aunque ya no puedas animar mis victorias en persona, estoy segura de que estás ahí en alguna parte animando y aplaudiendo en el cielo nocturno.

Sé que aplaudes cada uno de mis logros. Eres como una estrella brillante en el cielo nocturno. Cuando más necesito de ti, voy a la ventana, miro al cielo y encuentro la estrella que más brilla. Yo que esa estrella es mi papá. El destino nos separó, pero el amor nos unió más allá de la muerte. Te amo. Siempre te amaré.

Te extraño mucho, papá.

Tu hija que te quiere

Diana Noemí Romero Coyuca






















Toluca Estado de México a 10de septiembre del 2024


Querida abuelita Cata:


Te escribo esta carta para hacer lo que no pude antes, despedirme de ti.

Ya han pasado seis años de tu partida. Jamás te olvidaré pues me regalaste maravillosos y hermosos momentos. Aún no puedo creer que te hayas ido sin avisar. Recuerdo muy bien ese día, llamaron a papá y le dijeron que habías fallecido. Fue muy doloroso para todos nosotros.

Recuerdo cuando nos sentábamos y nos poníamos a platicar. También viene a mi memoria cuando me comprabas mi yogurt y platicábamos horas y horas. Aun no entiendo cómo te pudiste marchar de este mundo. Yo sé que ya no estás físicamente conmigo, pero si estás en el fondo de mi corazón.

Espero algún día poder reencontrarnos y así contarte todo lo que me ha pasado. Tantas cosas que he vivido, entre otras, mi ingreso a la secundaria, y que ya no viste. Tengo tantas cosas que contarte abuelita hermosa.

Con cariño, 

Mónica Pineda Mendoza

PD: Te extraño abu.


















Toluca, México, a 13 de septiembre de 2024.


Querido abue:


 Hoy me encuentro escribiéndote esta carta con un profundo dolor en el corazón, porque sé que ya no estás físicamente a nuestro lado. Aunque siento tu ausencia de una manera inmensa, también que en algún lugar mejor estás descansando en paz.

 Las palabras no son suficientes para expresar lo mucho que te extraño y lo importante que fuiste en mi vida. Tu presencia siempre fue sinónimo de amor, protección y sabiduría. Recuerdo cada momento compartido contigo con una sonrisa en mi rostro, porque sé que siempre estuviste ahí, apoyándome y guiándome en cada paso que daba.

 Me enseñaste tantas cosas con tu ejemplo de vida, tu bondad y tu generosidad. Siempre estaré agradecida por todo lo que me enseñaste y por el amor incondicional que siempre me brindaste.

 Aunque ya no estés físicamente presente, sé que tu espíritu seguirá guiándome, inspirándome y protegiéndome desde el cielo. Siempre llevaré tu recuerdo en mi corazón y nunca te olvidaré.

 Descansa en paz, abuelito querido. Te extraño y te amo con todo mi ser.

 Con cariño y amor: 

María José Hernández Arriaga





























Santiago Tlacotepec, Toluca, México. 19 de septiembre de 2024.


Querido abuelo Ángel:


No tengo la fuerza suficiente para expresar el dolor de tu pérdida, de ese momento en que tu tiempo en este mundo llegó a su fin. Cada vez que pienso en ti, un nudo se forma en mi garganta, pero los años pasan y el tiempo sigue su curso. No tengo nada que reprocharte, pero te extraño profundamente. Todos los momentos que viví contigo fueron los más hermosos. El instante se desvanece, pero nosotros lo revivimos una y otra vez en nuestros recuerdos.


Me pesa mucho no haber podido despedirme de ti. que no fue culpa mía, tu muerte no era esperada. Cómo desearía poder verte una vez más. Aunque el tiempo que compartimos fue breve, dejaste una marca imborrable en mí. Tus enseñanzas no serán en vano. Entiendo que, desde que te fuiste, nada ha vuelto a ser lo mismo. Tu chispa era la que llenaba de color la vida.


Todavía recuerdo los regaños que me dabas cada vez que me portaba mal, cuando me decías que debía frenar mi mal comportamiento. Extraño todo de ti. Tu ausencia ha sido lo que más me ha afectado en la vida. Me golpeó en el punto más profundo y frágil de mi corazón, el corazón de un niño pequeño. Me consuela saber que ahora estás en un lugar mejor, lleno de paz, donde podrás ser feliz y ser mismo, como siempre fuiste.


Atentamente

Ángel Gabriel Moreno Romero

(tu nieto)
























Santiago Tlacotepec, Toluca, México, a 21 de septiembre de 2024

Querido Bigotes:

Te escribo esto para decirte algo que no dije en tu partida. Quiero decirte que no puedo aún superar tu partida.

Ya pasaron dos años desde que te fuiste y dejaste un vacío que todavía no logro llenar.

Cuando te fuiste no tuve el valor de verte por última vez. Sabía que me iba a destrozar verte así.

Ahora me arrepiento por no despedirme de ti.

Hoy daría todo por poderte abrazar por última vez.

Sé que a ti no te hubiese gustado verme así.

Quisiera poder platicarte todo lo que me ha pasado, aunque no me podrías contestar.

Gracias por regalarme esos momentos maravillosos que vivimos. Me sentía tan conectada a tu vida. Por eso duele aún tu partida.

Te digo adios y también mi corazón te dice que siempre te quise y te sigo queriendo.

Con cariño

Esmeralda Reyes Burgos

Pd. Te extraño demasiado.

 










Toluca, México a 22 de septiembre de 2024

Querida hermanita:

Sé que solo nos vimos dos años. Sé también que tu partida cambió mi vida. Qué triste es estar sin ti. Recuerdo cuando los juguetes que nos compraban los compartíamos.

Hoy tus juguetes esperan junto a los míos. Aunque no lo creas, tus juguetes te esperan. Te siguen esperando.

Me dicen mis amigos que por lo menos ellos tienen una hermana. Yo, bajo mis ojos. De inmediato, se llenan de lágrimas.

Afortunadamente, mi mamá se embarazó de mi otra hermanita. Así, Dios me concedió otra hermanita para que me acompañara y no estuviera sola por el mundo.

Así que, amo a mis dos Betis. Betty, que vives en algún lugar del cielo, te amo aunque ya no estés con nosotros. Betty, que después llegó, te amo aunque no me hagas caso.

Betty, que habitas algún lugar con Dios, te platico: hace algunos años te compuse una canción. Cada que me acuerdo de ti, te canto. Mi Betty, bonita, te amo desde aquí, abajo, en la tierra.

Ahora estoy cumpliendo mis sueños de ser un artista en canto.

Se despide de ti, quien te ama y recuerda con infinito amor y cariño.

Berenice Rueda Viveros


















Santiago Tlacotepec, Toluca, Estado de México a 22 de septiembre de 2024.

 

Querido abuelito Papis:

 Hoy se cumplen 3 años desde tu partida, pero tu recuerdo y legado siguen vivos en mi corazón y en el de nuestra familia. Aunque tu ausencia física duele, tu amor y sabiduría permanecen conmigo.

Recuerdo tus sonrisas, tus consejos y tus abrazos cálidos. Tu presencia en mi vida fue un regalo precioso que atesoraré siempre. Me enseñaste a valorar la vida, la familia y la tradición.

En estos tres años, he echado de menos tus historias, tus risas y tus palabras de aliento. Pero también he encontrado consuelo en los recuerdos que compartimos y en la herencia que me dejaste.

Tu amor por la tierra, la comunidad y nuestra familia es un ejemplo que sigo cada día. Tu legado vive en mí y en los que tú amaste.

No te preocupes por mí, abuelito, estoy bien. Sigo adelante gracias a tus enseñanzas y a la fuerza que me diste. Sé que estás en un lugar mejor, libre de dolor y sufrimiento.

Quiero agradecerte por: Tu amor incondicional, tus consejos sabios, tus abrazos cálidos, tus historias divertidas, tu ejemplo de integridad, tu fe y esperanza.

Gracias por ser mi guía, mi apoyo y mi amigo. Tu amor y sabiduría me acompañarán siempre.

No te olvido, abuelito. Estás en mi corazón y en mis oraciones. Que descanses en paz y que tu legado siga inspirando a nuestra familia.

Con todo mi cariño y respeto:

 Dulce María Valdés Romero

 P.D.: Siempre te llevaré conmigo. Vivirás en mi corazón y en mis recuerdos. Un día nos volveremos a encontrar en un lugar lleno de amor y felicidad.  Tu nieta Dulcesita.











Toluca, México, a 11 de septiembre del 2024

 Querido tío:

 Te quiero dar gracias por ser mi segundo papá, por cuidarme y estar para mí cuando más te necesité.

Yo sé que ya han pasado cuatro años de tu partida, pero aún no logro asimilar que te fuiste. A todos nos dejaste un gran vacío en nuestros corazones.

El día que me avisaron que ya no estabas con nosotros, yo no lo podía creer . Porque semanas antes me dijiste que ya estabas mejor. ¿Cómo puede ser que la vida dé tantas vueltas? No sabes la falta que me haces. Sólo quisiera volver el tiempo para volver a verte y abrazarte muy fuerte y nunca soltarte. Pero el quisiera no existe.

 Nunca olvidaré todo lo que pasamos juntos, no tengo palabras para decirte que estoy muy agradecida por todo lo que algún día hiciste por mí.

Ya nada es igual sin ti en la familia. Las fiestas ya no son las mismas. Cada fiesta es más triste sin tu presencia. Todos necesitamos tus risas y tus chistes.

 Siempre fuiste un tío muy alegre y siempre te recordaremos con la linda sonrisa que transmitías cada que todos nos juntábamos en familia.

 Espero con ansias volver a verte y darte un abrazo muy fuerte y contarte todo lo que no pude decirte. Siempre estarás en nuestros corazones y en los retratos.

La música que escuchabas me recuerda demasiado a ti. Cierro mis ojos y en un camino de luz te veo. Veo que te encuentras bien y que estás contento como siempre.

 Cada día me inspiras a ser una buena persona; como esa gran persona que fuiste tú. Eres mi ejemplo a seguir. Estoy muy orgullosa de la gran persona que fuiste en vida; así como todo lo que significas ahora que ya no estás aquí.

 Nosotros no sabemos qué fue lo que pasó. Cuál fue, exactamente, la razón de tu partida. Sólo Dios sabe por qué hace las cosas.

 A tu familia le haces muchísima falta. Más a tu mamá, tus hermanos, tus cuñadas, tus sobrinos y sobrinas, y lo más importante, tus hijas. Sol, te necesita más que nunca. Ahora está creciendo y se da cuenta de las cosas. Salmita, tal vez, se dará cuenta más adelante, cuando le expliquemos con detalles. Solecito, yo sé, que a veces no puede. Pero tenlo por seguro, tío, que yo siempre voy a estar para tus hijas. Tú no te preocupes, tus hijas están bien. Yo sé que las cuidas desde el lugar donde estés.

 Tu equipo de fútbol te extraña. Extraña al portero que eras y siempre te agradecerán por los triunfos que les diste. No hay una conversación de fútbol que no te mencionen. siempre te recuerdan como el gran jugador de portería que fuiste.

 Quisiera volver a vivir, algún día, todos aquellos momentos que vivimos juntos. Tío, José Raúl, te quisimos, te queremos. Recuerda que, siempre vivirás en nuestros corazones.  

 Te recuerda con cariño

Jessy Linares Vallejo

No hay comentarios:

Publicar un comentario